miércoles, 6 de marzo de 2013

Deus ex machina


Por Juan Ignacio Cantero   @juanyck
      El Real Madrid consiguió ayer su pase a los cuartos de final de la Champions League tras ganar por 1-2 al Manchester United en Old Trafford. Se preveía una gran representación en el Teatro de los Sueños, pero a la actuación le faltó el último acto.
La introducción fue una auténtica obra de arte basada en una limpia pugna por imponer el mismo estilo de juego. El Manchester, que partía clasificado cedió el balón y el campo al Real Madrid, pero no con ello el dominio ni el control de partido. Los de Ferguson tenían sujeta en todo momento la situación con una defensa bien plantada y esperando el error rival para montar la contra. El equipo de Mourinho era incapaz de desmontar la táctica de Ferguson y ni siquiera inquietaba a De Gea. Para más INRI, los ingleses se adelantaron con gol de Ramos en propia puerta en el único error del partido de Varane, al intentar jugar un balón en una situación muy comprometida.
La protagonista de la obra era la compañía inglesa y su éxito se basaba en la defensa al hombre en el momento en que un jugador madridista llegaba a 20 metros de la portería de De Gea.
Ferguson y Mourinho, los estrategas
El nudo era inmejorable. Un Real Madrid contra las cuerdas, obligado a tirar de pundonor y lanzarse al ataque contra un equipo cuya defensa parecía infranqueable. Pero la representación del Teatro de los sueños duró solo 56 minutos en lugar de los 90 estipulados y se resolvió cuando de imprevisto se sumó un actor a la obra, Çakir.

El público estaba en pie y los aficionados al fútbol disfrutaban de un buen fútbol basado en el premeditado planteamiento táctico y en las condiciones históricas y de casta de ambos equipos. Pero Çakir decidió aplicar un Deus ex machina en la representación y resolver el partido de forma incoherente y surreal. La táctica de Ferguson era una estrategia muy cerrada, basada en el trabajo de once hombres. La opción del Real Madrid para salir victorioso era la de entrar por bandas en vista de que los laterales ingleses se cerraban mucho y preferían evitar los ataques por el centro. Pero el Real Madrid se empeñaba una y otra vez en ataques frontales que eran neutralizados por la defensa
En el minuto 56, cuando más en vilo se encontraba el público, el colegiado turco Cüneyt Çakir, decidió que el papel en la obra de Nani había terminado y se inventó una roja para el portugués. El extremo izquierdo iba a controlar un balón y golpeó a Arbeloa en el pecho, pero sin un solo ápice de intencionalidad. La agresión no era tal y con ello la expulsión tampoco.

                                                   Expulsión de Nani
   
Si el mayor problema para resolver el encuentro era la defensa al hombre de Ferguson, Çakir se encargó de dar una artificiosa solución y acabar la obra en el segundo acto, dejando el tercero como meramente circunstancial.
A partir de ahí el Real Madrid no tuvo demasiados problemas para sobrepasar la defensa rival y endosar dos goles obra de Modric y Cristiano Ronaldo.
No resto con esto los méritos propios del Real Madrid ni la valía de lanzarse al ataque y conseguir dos goles, pero la expulsión marcó el rumbo del partido.
El Teatro de los Sueños, albergaba una de las más importantes obras de la temporada como era el Manchester United-Real Madrid, pero el director Çakir no estuvo a la altura e inventó un final de su propia cosecha.
Hasta en las grandes obras, puede haber Deus ex machina.

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